Vuelve a sonreir. Apenas la pierde ante el objetivo que la enfoca. Esta vez la alcaldesa dice que aunque es rosa, no le gusta las losas de granito del puente romano de Córdoba. Un material discutible, desde luego por su composición en la ciudad de la caló, que se ha empleado en la remodelación del viejo puente que cruza el Gudalquivir . Una obra que realiza la Junta de Andalucía bajo una idea del arquitecto Juan Cuenca. Así surge en la ciudad un nuevo debate de "gran calado" y nivel que entretendrá sobre todo a los jubilados que se asomen a la ribera y comprueben si aquello es una encimera de cocina de campo de parcela clandestina o un derroche innovador de uno de los que formó el prestigioso equipo 57. El candidato del PP a la alcaldía, el hombre de la media cara en los carteles , dice que tampoco le gusta. Mientras el otro candidato que ya se deja ver a diario entre los plumillas, el del Psoe dice que estudia integrar inmigrantes en su candidatura electoral. Qué quiere expresar el alcaldable socialista en realidad? El PP ya incluyó a un concejal negro, que sacan para la ocasión solidaria y otro mundo es posible y poco más, que el PP es un partido racista y xenofobo. No contesta el del Psoe cuando le hablan de dar cobijo a los temporeros inmigrantes que vienen ya a coger la aceituna. Pronto aparecerán por la provincia los campamentos tercermundistas de braceros viviendo como bichos para engordar nuestro PIB. Así es que el nuevo debate social es el color del granito del puente romano , que seguro será complementado por la flotación del hombre río, que la alcaldesa y candidata echará al agua días antes de las elecciones.