En ellas se alude al endurecimiento que está adquiriendo el centro según los testimonios de los propios chavales. Así en una de ellas se asegura que a un niño, apodado el Xopi, lo amarraron a la cama durante 24 horas por no querer limpiar una furgoneta de la empresa. A otro, escribe nuestro comunicante, lo amarraron al lado del patio donde había un cuarto oscuro y a una cama por escupir ya que no quería comer un plato de lentejas. A otro niño los educadores lo pillaron masturbándose y lo chaparon 72 horas. Y a otro por poner música fuerte le quitaron el disman y los altavoces. También un chico de este centro escribe que lo castigaron porque no pudo controlar sus esfínteres y se lo hizo encima.
En otra de las cartas recibidas se insiste en que si es legal el que la dirección del centro haya limitado a tres las fotos que pueden tener los chavales en sus habitaciones.
Otro menor pregunta si "es justo que "te sancionen por cantar en la ducha..."
En estas cartas otro niño escribe que para jugar al fútbol tienen que "esperar a que lleguen los guardias de seguridad abrir la puerta del modulo, cerrarla, abrir la del pasillo, cerrarla, y abrir el campo que nosotros llamamos la jaula". Dice que está toda vallada y "parecemos canarios y es así porque se fugó un compañero y ahora el centro parece una cárcel y nos tratan como presos, se está volviendo un centro cerrado cuando es semiabierto". Dice el chaval, yo sé que somos malos pero no es para que se porten así ya que somos humanos como ellos y también tienen hijos".
foto: amnistía internacional