El caso judicial está lleno de interrogantes de peso al sostener la acusación pública que el homicidio pudo deberse a un ajuste de cuentas entre gentes de la droga o porque la víctima se negara a pagar "el impuesto" al gorrilla y éste le apuñaló mortalmente en el pecho. Sea como fuere, el suceso ha suscitado debate.
En ese "análisis", vecinos y políticos, coinciden en que éstos aparcacoches i le ga les "extorsionan" a los conductores cuando ponen la mano al que se baja del auto. Juntos afirman que es un grave problema y al final se resuelve que es necesaria una norma superior, "un consistorio no tiene capacidad de regular derechos fundamentales", escribe la periodista, y por tanto sugiere una sanción más dura, una reforma del código penal para que los gorrillas pasen a ser delincuentes.
La extorsión, recogida en el ordenamiento penal español, es "un delito consistente en obligar a una persona, a través de la utilización de violencia o intimidación a realizar u omitir un acto o negocio jurídico con ánimo de lucro y con la intención de producir un perjuicio de carácter patrimonial o bien del sujeto pasivo, bien de un tercero".
Ese delito puede ser sancionado con penas de cárcel de entre uno y cinco años. Así pues, vemos en este episodio cotidiano el origen de lo que puede ser el encerramiento de pobres limosneros de aquí a un tiempo. El necesario que se tomen los medios de comunicación para azuzar la pena, relacionando además gorrillas con asesinos que matan si no le das la propina, los vecinos en sus quejas y movilizaciones que recogerán los medios y finalmente los representantes políticos que merced a ese puñado de votos que se disputan entre la vecindad, prometerán que enviarán al talego a estos indeseables que nos molestan con sus exigencias e intimidaciones y además corremos el riesgo de que nos den una estocada si nos resistimos a lo que esta compañera llama también "impuesto revolucionario".
El "análisis", sin embargo, no incluye ningún testimonio del protagonista del artículo ni de otras voces que desde la interpretación y el conocimiento de la realidad social de la pobreza puedan señalar otros "análisis" de esta práctica.
Así se traza una reforma penal que puede conducir a la cárcel a todo un colectivo de miserables, de sin techo, de desgraciados y harapientos cuyo delito es sencillamente ser pobre y no tener el sello de la administración en sus manos para cobrar "legalmente" como hacen los vovis, los ayuntamientos, los hipermercados, y otros extorsionadores que, convenientemente etiquetados, nos intimidan diariamente a pagar bajo el paraguas de la ley toda clase de impuestos para mantener el sistema de los ricos que persigue cada vez más a los pobres.
Finalmente , el jurado popular, no hay nada peor que un jurado para dictar sentencias, falló que los dos gorrillas son culpables del homicidio de un hombre de 27 años, " que se negó a pagar por aparcar el coche". La sentencia es poco creíble, por lo incoherente que se muestran en su redacción los hechos. Todo apunta a que ha sido por una deuda de tráfico y consumo de drogas, según diversas fuentes, entre ellas un gorrilla que conoce la calle. Les han caído 15 años a cada uno. El autor del crimen, en cualquier caso tiene que responder de su fechoría, pero ahora la repercusión que la sentencia tiene es : vía libre a la caza del gorrilla.Ya el Ayuntamiento de IU-Psoe ha dado instrucciones a sus polis para que los incordien y retiren de la circulación , los vecinos afectados demandan mano dura y el PP pide leña al mono para todos aquellos que afean y dan mala imagen de la ciudad.
enlace noticia diario córdoba(reportaje previo a la sentencia)-enlace diario abc(reacciones sentencia)
foto diario el mundo