La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, DARPA, adscrita al Ministerio de Defensa norteamericano , está financiando un nuevo sistema de control de las personas : insectos robot.
Unas moscas electrónicas que está desarrollando la Universidad de Harvard. Los insectos espía podrán observar, grabar, fotografiar, detectar y seguir a alguien sin ser descubiertos. El bichejo se encuentra aún en fase de experimentación pero en un tiempo estará operativo y listo para prestar esas funciones que van en la línea del control social que los nuevos estados autoritarios vienen imponiendo a sus ciudadanos.
La noticia aparece hoy en El País y me ha causado inquietud por el valor que va adquiriendo, cada vez más, la maquinaria estatal que vigila y castiga, en la línea de lo que ya escribió hace tiempo Michel Foucault. Sistemas muy sofisticados para asegurarse, en nombre de la seguridad, la domesticación de los ciudadanos , encerrándolos en los neo rebaños, como los centros integrales de ocio, la esclavitud de las hipotecas, la precarización de la vida y en los valores que preconizan el individualismo y conformismo.
Una política basada en la sospecha permanente de los seres humanos, justificando la idea del enemigo contra el que usar toda clase de armas que vamos aceptando e integrando en nuestra vida cotidiana con plena naturalidad. Así, conversando el otro día con el cura Enrique de Castro en Córdoba, el de la revuelta pacífica de la parroquia de Entrevías de Madrid , decía que ya hay que pasar a la clandestinidad en la lucha de los derechos sociales.
"Estamos escondiendo a los chavales sin papeles en nuestras casas. Lo políticamente correcto está cada vez más instalado entre nosotros y quien desafía ese principio será considerado un delincuente, un alegal", venía a decir quien de la defensa de los derechos humanos ha hecho su vida y su compromiso. Enrique tiene publicados , por cierto, tres libros: La fé y la estafa, Dios es ateo y ¿Hay que colgarlos?. Para ver la noticia completa pincha aquí.
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