Durante los últimos años me he venido preguntando acerca del sentido de la sonrisa de Rosa Aguilar. Una mujer aparentemente feliz en una ciudad, sin embargo, que posee unos indicadores socioeconómicos que no invitan a la complacencia y mucho menos a ese optimismo mediático del que ha hecho gala la hasta ahora primera edil cordobesa.
Una ciudad donde han silenciado al portavoz socialista Antonio Hurtado por poner el dedo en la llaga y afirmar que IU es fuerte con los débiles y fuerte con los débiles. Una ciudad que consiente la persecución de los rumanos en sus frágiles chabolas escondidas a las afueras de la ciudad y que tolera los excesos de la iglesia financiera y las patadas a la legalidad urbanística del escándalo de las naves de Colecor y la urbanización de la Carrera del Caballo, hechas sin licencia, sin que el triste de Andrés Ocaña haya presentado su dimisión por acción u omisión en estos casos. Lo más heavy es que incluso haya repetido.
Una sociedad que asiste muda y sorda al sorteo de viviendas como si este derecho ahora fuera un capricho de la fortuna, en la que seis mil personas presentan solicitudes para 75 de vpo y acuden como en un concurso de televisión a la plaza de toros a ver si hay suerte. Y tampoco dimite el presidente de la gerencia municipal de urbanismo, ni el gerente de la empresa municipal de la vivienda, vimcorsa, Antonio Portillo que declaró sin ambages "que esta ciudad no necesita más viviendas de protección oficial", él que también las rifa.
Córdoba arranca el segundo milenio sumida en una estructura muy marcada por el poder de la iglesia, a través de la entidad de ahorros Cajasur, dirigida en su crecimiento urbano por especuladores y desbrozadores como el propietario de Arenal 2000, imputado en la operación Malaya, Rafael Gómez, promotoras como los Jardines, también salpicada por Malaya 3, y otras que están provocando un crecimiento voraz en un municipio donde IU alardea en sus discursos de apostar por el llamado desarrollo sostenible.
Una ciudad donde han silenciado al portavoz socialista Antonio Hurtado por poner el dedo en la llaga y afirmar que IU es fuerte con los débiles y fuerte con los débiles. Una ciudad que consiente la persecución de los rumanos en sus frágiles chabolas escondidas a las afueras de la ciudad y que tolera los excesos de la iglesia financiera y las patadas a la legalidad urbanística del escándalo de las naves de Colecor y la urbanización de la Carrera del Caballo, hechas sin licencia, sin que el triste de Andrés Ocaña haya presentado su dimisión por acción u omisión en estos casos. Lo más heavy es que incluso haya repetido.
Una sociedad que asiste muda y sorda al sorteo de viviendas como si este derecho ahora fuera un capricho de la fortuna, en la que seis mil personas presentan solicitudes para 75 de vpo y acuden como en un concurso de televisión a la plaza de toros a ver si hay suerte. Y tampoco dimite el presidente de la gerencia municipal de urbanismo, ni el gerente de la empresa municipal de la vivienda, vimcorsa, Antonio Portillo que declaró sin ambages "que esta ciudad no necesita más viviendas de protección oficial", él que también las rifa.
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Y mientras ,en los barrios más pobres se hacinan 16 personas en 50 metros cuadrados y enloquecen los jóvenes a sus padres en una convivencia inimaginable por los de la izquierda unida que no visitan esas infraviviendas y presentan su campaña electoral en el único hotel de cinco estrellas de la capital cordobesa, sólo con la sonrisa falsa e impostora de quien no tiene reparo en aparecer sin los papeles de un programa electoral inexistente. Eso sí reconoció que su gobierno, todo menos de progreso, había subastado en los últimos años terrenos públicos por valor de 72 millones de euros y había contribuido decisivamente a que la subida de la vivienda en España haya sido en Córdoba la mayor de todo el país con un 18% de incremento.
Ella ha seguido sonriendo cuando la ciudad de no sé qué y de las cordobes@s aparece también como una de las más polucionadas del país, donde el agua presenta niveles preocupantes de calidad en algunas zonas, como en la barriada del Muriano, y donde el gran río, a su paso por el hermoso soto de la Albolafia registra los niveles ,más altos de contaminación de toda la cuenca del Guadalquivir y el triste de Ocaña refleja su incompetencia cuando pelea con la Confederación Hidrográfica para ver quien sanea las antiguas aguas que riegan Al Andalus donde se miran los que presentan como única conquista un pasado que ya no existe, por mucho que su majestad el rey-agasajado le haga la campaña a Rosa y la califique de Reina de Córdoba y el diario local ,que se supone trabaja para el Psoe, le haga campaña y la saque en portada.
Y mientras ,en los barrios más pobres se hacinan 16 personas en 50 metros cuadrados y enloquecen los jóvenes a sus padres en una convivencia inimaginable por los de la izquierda unida que no visitan esas infraviviendas y presentan su campaña electoral en el único hotel de cinco estrellas de la capital cordobesa, sólo con la sonrisa falsa e impostora de quien no tiene reparo en aparecer sin los papeles de un programa electoral inexistente. Eso sí reconoció que su gobierno, todo menos de progreso, había subastado en los últimos años terrenos públicos por valor de 72 millones de euros y había contribuido decisivamente a que la subida de la vivienda en España haya sido en Córdoba la mayor de todo el país con un 18% de incremento.
Ella ha seguido sonriendo cuando la ciudad de no sé qué y de las cordobes@s aparece también como una de las más polucionadas del país, donde el agua presenta niveles preocupantes de calidad en algunas zonas, como en la barriada del Muriano, y donde el gran río, a su paso por el hermoso soto de la Albolafia registra los niveles ,más altos de contaminación de toda la cuenca del Guadalquivir y el triste de Ocaña refleja su incompetencia cuando pelea con la Confederación Hidrográfica para ver quien sanea las antiguas aguas que riegan Al Andalus donde se miran los que presentan como única conquista un pasado que ya no existe, por mucho que su majestad el rey-agasajado le haga la campaña a Rosa y la califique de Reina de Córdoba y el diario local ,que se supone trabaja para el Psoe, le haga campaña y la saque en portada.
Una ciudad que es la única del mundo desarrollado que tiene una fábrica de cementos en pleno casco urbano y sus vecinos se han resignado a comer el polvo verde porque quienes han de velar por la pureza del aire, se marchan a la sierra los domingos de perol y autorizan la construcción de varios centenares de chalets en un entorno natural privilegiado como los Baños de Popea y se modifica el Plan General para que de nuevo el ladrillo marque la agenda municipal y la contaminación acabe con el Arroyo Molino.
Ella sigue sonriendo y habla de biodiversidad en las tertulias de la radio y la hacen famosa sin que sepa el significado real de las palabras que une en un discurso fatuo que encadena vocablos para dar titulares a los medios para que se mantenga la popularidad de la que goza ahora por fin castigada. Córdoba que pierde congresos y encuentros internacionales que el bueno de Moratinos se empeña en traer, pero que ha de trasladar a Sevilla porque la política, la alta, vuela en avión y aquí tenemos el único aeródromo de la Unión Europea donde se toma tierra " a ojo" por no existir controlador aéreo.
Un bochorno y un ridículo que suple de nuevo la sonrisa y el analfabetismo del que hacen gala cuando en un desvergonzado intrusismo se permite la de las tertulias, sugerir a Aena un trazado imposible al otro lado del río para no tocar las parcelas ilegales que habría de expropiar para que la pista acogiera aviones y no avionetas piper que fumigan los campos de algodón.
Es tal su prepotencia que se permite incluso regañar a los periodistas que no ha comprado, diez tiene a su cargo la sonrisa de Córdoba, cuando le hacen preguntas incómodas y no responde porque ha rescatado del cementerio de los elefantes a Luis Carlos Rejón cuando el tipo pegó un portazo a IU y se pasó al oportunismo de Pedro Pacheco que no sabe otra cosa que ejercer de político y el mercado laboral está mu jodío.
Rejón que dirige la campaña de Aguilar, en contra de la dirección de la coalición que tiene memoria frágil y al final no saca los pies del plato porque al fin y al cabo hay muchas bocas que comen de Rosa, muchas hipotecas y pagos aplazados, una expresión que un dirigente dijo en la Arruzafa y que empujó a Julio Anguita a abandonar el salón ante el rubor que le produjo las lentejas mezcladas con la política, el que llegó a la vida pública desde la inteligencia y no desde el estómago.
Por eso la foto de AJ, compañero gráfico de diario Córdoba, es de las mejores o la mejor del año. Aguilar desprecia con violencia y asco el beso de Centella, coordinador provincial de iu, que reencarnado en Judas Iscariote se aproxima a la perdedora tratando de consolar su infinita frustración, ella que hablaba de sí misma en tercera persona en la invención de un personaje endiosado y poderoso, como si la alcaldía de una ciudad de provincias le devolviera el equilibrio perdido.
Sus votantes por eso se han quedado en casa, o en la feria, o de tapas, han usado de su tiempo libre para no seguir perdiéndolo. Descreídos, desencantados, aburridos y estoicos en la tradición senequista que nos persigue, los electores le han borrado la sonrisa y la han sumido en su incierto futuro el que se ha granjeado su propio ocaso político. Ahora su derrota la devaluado y su estrella comienza a apagarse y su previsible aspiración de formar parte del gobierno Zapatero, cuando IU se desmorona inexorablemente.
Por eso es una sonrisa triste. La que ha ido construyendo en estos años, sumiendo a la ciudad en la apatía, sin la ilusión de otro mundo es posible como reclaman sus preceptos que usa como un disfraz ante un electorado al que ha despreciado al considerar que su brillante dentadura y su gesto amable pueden distraer la atención de quienes no han visto gestos de una política de izquierdas, hechos y no promesas que repite de nuevo, inauguraciones de maquetas en Nueva York, como el fallido Palacio del Sur, como el Silo cultural en esa demagógica apuesta de ciudad cultural que trae a la feria el concurso de moños y Manuel Orta, como expresiones de progreso junto a mis admirados Medina Azahara que van de vuelta.
Peroles, peñas, cofradías, y subvenciones con las que acallar las voces críticas que no se oyen, ni en las asociaciones de vecinos, ni el tejido social, ni entre las mujeres que no tienen ni una casa de acogida municipal para recogerse porque al pleno mensual de condena no pueden presentarse las amenazadas de muerte. Y las subvencionadas le ríen la risa y disfrutan del dinerito municipal con viajes al extranjero y comidas en las bodegas campos en nombre del feminismo militante.
Una sonrisa triste como la que exhiben sus compañeros de gobierno que han tragados sus desplantes y decalificaciones, porque les gusta el carguito por el que han sacrificado la ideología, enterrada en ese estatus que proporciona la medalla de concejal, de diputado, de asesor, del aparatichi. Si tuvieran un poco de dignidad, los responsables de todo esto deberían reconocer que han errado y marcharse, Al final la historia los echará por la puerta de atrás y dejarán expedita la entrada al fascismo que representa el PP de Rajoy y el de los Peones Negros de José Antonio Nieto.Otro que ha visto que la clave de permanecer en política es estar con dios y el diablo, y lo mismo le da fotografiarse con los empresarios y los curas banqueros, como Rosa, que acudir a manifestarse con los sindicalistas el uno de mayo, a los que por cierto tampoco he escuchado recomendar el voto a sus afiliados.
Tal vez les ocurra como a éstos de los que hablo, cada vez están más solos y más tristes.
foto: A. J. diario Córdoba