27/11/08

LOS MEDIOS CUESTIONAN LOS PERMISOS PENITENCIARIOS


En la localidad cordobesa de Bujalance hubo hace unas semanas una reyerta, consecuencia de la cual ha fallecido un hombre de 51 año por un disparo cometido por arma de fuego. El sospechoso de haber dado muerte al hombre, se encuentra huido de la justicia y la guardia civil anda tras su pista para ponerlo en manos del juez.

Hasta ahí el caso, que podría ser uno más de los que lamentablemente ocurre de cuando en cuando en nuestra sociedad, influenciada en muchos ambientes a arreglar los problemas, los conflictos a las bravas, usando de la fuerza y la violencia. Sin embargo el hecho de que el presunto autor del disparo se encontrara en libertad al no regresar de un permiso penitenciario concedido hace dos años, confiere al asunto un matiz especial.

Este hombre, no cumplía, según las autoridades, por delitos graves, contaba con informes favorables de la junta de tratamiento penitenciaria para salir de permiso y no era la primera vez que dejaba la cárcel para estar con los suyos. Hasta en seis o siete ocasiones obtuvo este tipo de beneficio penitenciario. Su perfil y proceder no presagiaba que acabaría, presuntamente, dando muerte a un vecino de su mismo pueblo.

El hecho de publicarse que efectivamente quebró y no regresó pone de nuevo el punto de mira en la concesión de los permisos penitenciarios. La realidad es que el porcentaje de los que no regresan es muy bajo y menor aún el de aquellos que hacen un mal uso de ellos.

La pregunta es si es previsible que una persona que cumple por delitos no graves, pueda luego cometer alguno como este triste y desgraciado crimen.
Pero también otra cuestión se plantea cuando se confía a la cárcel ese papel reeducador que no cumple y una luego una vez en la calle, los presos no cuentan con una red que les ayude a reintegrarse con normalidad a la libertad.

Hablamos no obstante de casos muy minoritarios, pero que efectivamente crean un gran revuelo y alarma social porque la muerte de una persona siempre debe de ser condenada y rechazada.
Lo que el caso no puede, desde luego comportar, es, como en otras ocasiones, un paso atrás en la concesión de estos beneficios penitenciarios.

El culpable tendrá que responder por su crimen, pero no aquellos que hacen un buen uso de su libertad. Los funcionarios públicos y los jueces, por casos como éste o similares, no deben ceder a la presión mediática y cerrar el grifo de estos beneficios que son elementos básicos de la política penitenciaria, para no renunciar a la reinserción social del preso, permitiéndole no romper del todo con sus vínculos con la sociedad facilitando su futura reintegración a la sociedad.
Foto bajada de la página http://todoslosrostros.blogspot.com

25/11/08

Cuando la ley se hace a golpe de escándalo


El diario El País ha publicado el pasado 21 de noviembre de 2.008 un reportaje en el que se abunda en la idea de que los diferentes gobiernos impulsan la reforma de las leyes en función del eco mediático que tienen distintos sucesos registrados en nuestro país. Es lo que hemos convenido en llamar :" legislar a golpe de titular periodístico". Reproduzco el artículo en su totalidad.


El endurecimiento de penas por los casos Mari Luz o De Juana hace de
España uno de los países más punitivos - Hay más presos, aunque menos
delitos


EL PAIS (MANUEL ALTOZANO).- La ola de indignación que siguió a la cadena de errores judiciales previos al presunto asesinato de la niña Mari Luz Cortés por un pederasta convicto ha llevado a la duplicación de las penas por delitos sexuales. Las protestas por la salida de la cárcel del sanguinario Iñaki de Juana, condenado por 25 asesinatos a 3.000 años de cárcel de los que sólo cumplió 19, ha provocado la creación de la nueva pena de libertad vigilada, que puede sumar 20 años más de controles y comparecencias judiciales a los 30 de prisión con los que se castigan los asesinatos etarras.


La reforma del Código Penal aprobada por el Gobierno la semana pasada tiene relación directa con varios sucesos violentos que han copado titulares y programas de televisión provocando un aluvión de rechazo social. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no ha tenido inconveniente en reconocerlo: la modificación, que convierte el Código en el más duro de la democracia, se debe en gran parte "a los acontecimientos que conmocionaron a la opinión pública".


Además, algunas de las medidas estrella de la reforma, como el endurecimiento de penas y la libertad vigilada posterior a la cárcel para los terroristas y los agresores sexuales y pederastas, se presentaron al público después de que el padre de Mari Luz, Juan José Cortés, fuera recibido en La Moncloa por el presidente del Gobierno.


Se trata de un fenómeno que el profesor de Derecho Penitenciario de la Universidad Pontificia Comillas, Julián Ríos, califica de "populismo punitivo". "Se mezclan las ansias de calmar a una opinión pública desinformada y con una percepción tendenciosa del Derecho Penal por parte de los ciudadanos, que gracias a los programas de telebasura creen que todo se arregla con más cárcel. Los políticos son inteligentes y adoptan medidas urgentes para dar lo que la gente les pide", explica Ríos.


Coincide con el profesor de Derecho Penal de la Universidad de Málaga y miembro del Grupo de Estudios de Política Criminal Octavio García Pérez. "Las reformas penales no se pueden dejar a las víctimas porque están tan inhabilitadas como los criminales", explica García Pérez que recuerda que a la hora de legislar, como a la de juzgar, "no se puede ser juez y parte". "Las leyes no se pueden hacer con un cadáver sobre la mesa porque se pierde la objetividad para seguir la lógica del linchamiento", añade el criminalista. "A las víctimas, lo que hay que ofrecerles es una buena indemnización, ayuda psicológica, servicios sociales..., pero nunca dejar en sus manos la política criminal".


Según ambos especialistas, las consecuencias de estas "reformas apresuradas" pueden ser perniciosas. La población reclusa se ha multiplicado exponencialmente hasta llegar a los 73.138 presos, con lo que las cárceles se encuentran totalmente masificadas. "El sistema penitenciario está colapsado, pero lo peor de todo es que los conflictos que dan origen a la delincuencia no desaparecen", sigue Ríos. "Los presos acaban destruidos desde una perspectiva relacional, psicológica y social, porque los objetivos de prevención, proporcionalidad, humanidad, equidad y resocialización no se cumplen", afirma Ríos. "El Estado no se da cuenta de que el Derecho Penal es el instrumento más violento que tiene", concluye.


Lo que mantiene el profesor Ríos lo confirmó la directora general de Instituciones Penitenciarias en la Comisión de Interior del Congreso el pasado 30 de septiembre. De 2000 a 2008, el número de personas en régimen de privación de libertad ha crecido más de un 60% hasta llegar a las 62.239, según datos aportados por Mercedes Gallizo. "En los nueve primeros meses de 2008, la población ha crecido un 7,8%, 4.514 personas más, incremento superior al registrado en todo el año 2007", añadió. Al igual que Ríos, Gallizo culpó del enorme incremento "a las sucesivas reformas penales y a la aprobación de nuevas leyes, en particular en relación con la violencia de género y la seguridad vial".


Completando los datos de Instituciones Penitenciarias con las de las prisiones de Cataluña, que tiene transferida la competencia penitenciaria, la cifra total de presos españoles era de 73.138 en la primera semana de noviembre. La tasa de encarcelamiento -reclusos en relación con la población- es una de las más altas de Europa, con 156 reclusos por cada 100.000 habitantes, 54 puntos por encima de la media de la UE, situada en 102, según fuentes de Interior.


Así pues, comparativamente, somos de los que más presos tenemos, pero también de los que sufren menos delincuencia. La tasa de criminalidad española (delitos por cada mil habitantes) se sitúa entre las más bajas del continente. El pasado julio se encontraba en 46,6 delitos por cada 1.000 habitantes y, desde 2003, sigue una tendencia descendente a pesar del crecimiento demográfico experimentado (7,8%) en ese periodo. Si nos fijamos sólo en los delitos más violentos -los que implican violencia física o psíquica sobre la víctima, es decir, los que más escandalizan a la opinión pública- la tasa fue de 2,5 crímenes por cada 1.000 habitantes en 2007, inferior a la de Alemania (2,6), Dinamarca (3,5), Francia (5,1), Holanda (6,8), Bélgica (9,6) o Suecia (10,8), según el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho.


La nueva pena de libertad vigilada, prevista para terroristas y delincuentes sexuales, tampoco tiene mucho sentido, según los expertos. La prohibición de aplicar retroactivamente la ley penal prevista en la Constitución impedirá que Iñaki de Juana, uno de los inspiradores de la reforma, la sufra. Tampoco Garikoitz Azpiazu, Txeroki, el jefe de los comandos de ETA detenido el pasado lunes. Pero supongamos que hubiera cometido sus crímenes con la modificación ya en vigor: a los 40 años de cárcel que le caerían con toda probabilidad por los asesinatos de los dos guardias civiles de Capbreton (Francia) y la orden de colocar un coche bomba en la T-4 de Barajas que acabó con la vida de dos ecuatorianos, se podrían sumar otros 20 más de controles policiales, presentaciones periódicas en el juzgado o prohibiciones de acudir a determinados lugares. "El etarra, que ahora tiene 34 años, abandonaría la prisión con 74 años y muy probablemente con pocas posibilidades de volver a cometer atentados. ¿Vamos a poner a la policía y a los jueces a vigilar a ancianos?", se pregunta Octavio García Pérez.


A primera vista, parece que esas medidas tendrían más sentido para violadores, agresores y abusadores sexuales o pederastas, que cumplen penas menos prolongadas y, en algunos casos, salen de la cárcel con riesgo de reincidir. Pero esos casos son mínimos, según el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Málaga José Luis Díez Ripollés, que no cree necesaria una reforma para un grupo tan reducido de personas. En España, según Instituciones Penitenciarias, cumplen condena por agresión sexual unas 2.500 personas. Sin embargo, sólo el 20% vuelve a cometer el delito en los cuatro años siguientes a su salida de prisión, frente al 40% de promedio de todos los delitos.


Ese porcentaje se reduce considerablemente entre los que siguen programas especiales de tratamiento psicológico -enfocados a potenciar sus habilidades de comunicación, su desarrollo emocional y la capacidad de comprender el dolor de la víctima- lo que demostraría que este tipo de medidas de carácter terapéutico son más eficaces que el endurecimiento de penas o la libertad vigilada posterior a la prisión. Un estudio realizado en 2002 en la cárcel de Brians (Barcelona), dirigido por el profesor de Criminología de la Universidad de Barcelona Santiago Redondo, reveló que sólo el 4,1% de los que siguieron los programas reincidieron en los cuatro años siguientes a su salida de la cárcel frente al 18,2% de los que no los siguieron.

17/11/08

MEDIOS DE COMUNICACIÓN, ALARMA SOCIAL



Según un estudio de la revista consumer, el 70 por ciento de la población española se informa por los telediarios. el 90% de los españoles ve habitualmente la tele. Las opiniones de los ciudadanos, pues, del mundo en el que vivimos se forjan a través de las noticias y programas audiovisuales
en ese estudio, que tiene un par de años, se pone de manifiesto que la mitad del tiempo de los telediarios, se destina a noticias de sucesos y a deportes.

La crónica negra, ocupaba hace dos años en los telediarios el 18% de las escaletas, ahora desde luego su presencia ha aumentado.Sirvan estos datos para entender el estado de opinión que hay en nuestro país en materia penal.

Los sucesos adquieren en casi todas las televisiones un protagonismo nunca antes visto. Los crímenes abren las portadas de los telediarios por delante de noticias de mucho más alcance y calado.

Una muerte violenta y horripilante es para los editores lo más importante de la actualidad porque suscita interés, morbo, indignación, rechazo, toca directamente en las emociones y engancha. Se gana audiencia y se contabiliza en los estudios de mercado que marcan las campañas publicitarias: el ingreso fundamental con el que sostienen las costosisimas emisoras de televisión.

Lo mismo ocurre con esta proliferación de programas que mezclan los chismes del corazón con las puñaladas y asesinatos.

El tratamiento de la crónica negra, por lo general, es bastante deficiente, realizado por personas desinformadas. Los tertulianos, es desde luego caso a parte. En estos espacios las víctimas y su dolor ocupan un lugar muy destacado y sus testimonios, en su reincidencia, crean una opinión general lamentable.
Como si las calles fueran escenarios de los más sanguinarios crímenes y el ambiente en general aconsejaran portar un arma como en el antiguo oeste. La realidad desde luego es muy distinta como pintan algunos. Lo peor es que otros amplifiquen a tope esos crímenes y reclamen más dureza en las penas.

Pronto de seguir así las cosas llegaremos a la cadena perpetua para los delitos más graves y aquello de la reinserción será pura literatura y nos llenará de melancolía como ha insinuado la propia directora general de iipp, resignada a tener la población reclusa más alta de Europa y a la vez ser uno de los países donde la criminalidad es más baja del continente.

Una contradicción que no se resuelve mientras la construcción de más cárceles parece ser ya una de las medidas estrellas para combatir la crisis económica que padecemos. Dentro de los muros, desde luego, no se confinan acciones de la bolsa, sino seres humanos.....

LA IZQUIERDA REAL

El pasado sábado asistí a una concentración contra el capitalismo, su refundación, el saqueo financiero, la explotación de los seres humanos, de los recursos naturales, contra las guerras del petróleoy las del control del gas natural y el coltan o el agua, contra la codicia , el consumo alienante, por otro mundo es posible...

Es una de las pocas ocasiones que no convocaba nadie. Ningún grupo, ninguna pancarta firmada, ningunas siglas partidistas. Los panfletos eran copias de escritos "bajados " de Internet. No tenían dueños, las ideas eran de todos los que suscribían un manifiesto contra el nuevo orden globalizado que impone la dictadura global del dinero, el miedo , la sumisión y el estado represivo y policial crecientes. La convocatoria era anónima pero no tanto.





Llegaba a través de Internet a cientos de direcciones electrónicas y páginas rebeldes al orden establecido. Reconocí entre los asistentes rostros de muchos años . De otras causas, siempre en el mismo lado, los que no han cambiado de orilla, los perseverantes, los honestos. Muchos, adscritos las comunidades de base cristianas, sacerdotes, y gente humanitaria que hace de la fe no el credo litúrgico sino un compromiso contra la desigualdad y la injusticia.

La cita en Córdoba fue a las cinco de la tarde. Una tarde soleada de sábado, a la que acudió mi viejo y querido amigo Rafael Sarazá. Un veterano y prestigioso abogado que se ha dejado medio corazón en su compromiso por la justicia y los menesterosos y acudió auxiliado por Luisa, su esposa, que empujaba la silla de ruedas donde Rafael aún mantiene viva, pese al deterioro de los años y la enfermedad, la lucidez de la crítica hacia el poderoso que él combatió. Y otros muchos de viejas batallas de la misma guerra.

Hoy lunes en la radio escucho decir que Córdoba, bastión, enseña, buque insignia de Izquierda Unida en España, ha tenido poco peso en la Asamblea de liquidación de bienes que la coalición de izquierdas ha celebrado en Madrid. No entiendo por qué la delegación cordobesa, con la celebérrima Rosa Aguilar al frente , no ha influido en el rumbo de la tercera fuerza política española. Máxime teniendo en cuenta que debía de estar en Madrid toda la tripulación y toda la marinería de ese buque insignia que dicen es el Ayuntamiento cordobés y la red ciudadana que durante tantos años han ido tejiendo sus militantes , porque en la concentración de las Tendillas no vi a nadie de toda esa tropa protestando contra el llamado estado del bienestar de unos pocos.

Ni un concejal de la mayoría de" progreso", ni uno de sus asesores estrella, ni un sindicalista del aparato, ni destacados dirigentes del llamado movimiento ciudadano... Pese a las ausencias, una partida de jóvenes bailaba una batukada mientras que en Madrid los de Izquierda Unida coreaban consignas de consumo interno, porque del externo se ve que hace tiempo perdieron el ritmo.
Una amiga me manda este enlace del programa de Andreu Buenafuente que una entrevista con una "gran " analista describe de manera sencilla la crisis en la que estamos pincha aquí para verlo.